lunes, 19 de septiembre de 2016

Aceptar.

   ¿Que pasa cuando haces algo mal? ¿Querías hacerlo? Y si es así, ¿Por qué? ¿Realmente está mal? 

   Creo que gran parte de mis dudas, calentamientos de cabeza y tristezas de mi vida han rondado al rededor de estos temas. Y al final... ¿Que tengo? Enfado. Enfado con la sociedad que impone un bien y un mal, enfado porque a veces no queda otro remedio, y enfado por no haber entendido antes todo esto. No pasa nada. En poco pasará a ser una resignación sin ningún tipo de sentimiento negativo por mi parte. Ya no. 

   Lo que a mi me parece ser "el mal" es cuando uno se queda cruzado de brazos, sin hacer nada, y solo se lamenta por las desgracias de alrededor y no mueve ni un dedo para cambiarlas; o se aceptan como parte del mundo. Como si, por ejemplo, la pobreza fuera una catástrofe natural (Frase de Desgravell); como si nosotros no formáramos parte de ello. 

   Cuando NO se dan oportunidades, cuando se hiere a consciencia, cuando se actua según los prejuicios de una manera injusta, cuando NO se disfruta de cada instante y se desperdicia todo aquello que nos ofrece la vida... "El mal".

   Me he fallado a mi misma más de una y de dos veces; y al final lo que me diga la gente no va a ser lo peor. Va a ser mi propia culpa. La capacidad de perdonarse a uno mismo no siempre es fácil de encontrar. Al final, uno no puede anclarse en el pasado. Hay que abrir las alas y seguir volando. 

   Pero cuando ya has sanado y alguien va y te mete el dedo dentro de la llaga... Molesta de cojones. ¿Por qué? ¿Por qué la gente se mete a veces donde no le toca? Lo peor es que me entran ganas de dar explicaciones. ¡Porque tiene explicación! Pero al final siempre hay alguna mente cerrada que, aunque se lo expliques, parece que la imagen que se ha hecho de ti es inamovible. Entonces ¿Para qué? Siempre habrá gente en tu contra. Es parte de la belleza del ser humano, la variedad de opinión. 

   ¡Ojo! Que esta diversidad de pensamiento no es la creadora de conflictos. El conflicto es creado a partir de que intentamos, me incluyo a veces, que los demás piensen o actúen como nosotros mismos. Este es el gran error. ¿Por qué queremos destruir la variedad? Con lo bonito que es aceptar a las personas tal y como son... A veces parece que solo utilizamos esta frase para hablar del amor romántico. ¿Y por qué con los demás no?

   Me podéis decir que entonces yo también estoy intentando imponer un pensamiento a partir de estas líneas. Y que por lo tanto me estoy contradiciendo. Pero yo no impongo nada a nadie, solo muestro mi reflexión. Por si ayuda, o incluso por si puede llegar a cambiar la actitud de alguien frente a las cosas con un mayor positivismo y empatía. Pero a lo mejor viene alguien, con un argumento de estos que rompen con tus esquemas, y no me quedará otra que quitarme el sombrero. Volver a reflexionar. Y finalmente sacar nuevas ideas o conceptos. 

   Mi yo del futuro dirá. Porque somos diferentes a cada instante. Porque abrirnos a los demás sin imponernos puede llegar a cambiarnos la vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario