miércoles, 17 de junio de 2015

Motivación.

   Llevo unos días sin escribir aquí. Pero que nadie se crea que abandono las cosas tan rápidamente. Mis 7 temporadas junto a mi amigo Starting son por algo. No me gusta dejar de jugar. 

   En fin. Aún así he de dar la razón a la realidad. Faltaba un poco de motivación para esto. Sin escusas, si quisiera hubiera escrito. Pero en vez de ello vamos a decir que he estado creciendo por otros lados.

   Me explico, cogí un trabajo un poco a ciegas que resultó ser increíble para crecer personalmente, donde la gente es la ostia y donde meten una caña que flipas. Pero bueno, a este ya le dedicaré algún que otro escrito. ¿Que pasó? Que en vez de disfrutar me estresé, aunque me gustara, me estresé. Los de allí me dijeron que era demasiado joven, y que no era un trabajo para hacer como primer trabajo. Pero aún así, no me gusta poner escusas únicamente. Solo me voy a quedar con lo aprendido. 

   Lo malo de esta época de estrés es que dejé de disfrutar con otros temas por tener los problemillas del trabajo demasiado en la cabeza, hay que saber desconectar. Y viendo que mis esfuerzos en muchos ámbitos no daban sus frutos me frustré. Me frustré hasta llegar al punto de no disfrutar con aquello que hacia, en pensar solo en resultados y más resultados. 

   Hoy me vuelve esa motivación que se fue. Por suerte no se fue toda, siempre quedan allí unos escombros que hacen que pueda resurgir de la ceniza. Es parte de la clave para aguantar. 

   Tras unos días de malas noticias y pequeñas decepciones ha venido la calma. Una calma que no me ha estado acompañada de alegrías ni tristezas. Una calma que ha sido justo eso, tranquilidad. Y como no puedo estar quieta he empezado a pensar, reflexionar que ha pasado, ordenar las ideas, sacar unos resultados y plantearme como cambiar las cosas. 

   Así he llegado a competir, con ganas de mejorar. No solo de obtener buenos resultados, que también, sino sobre todo con las ganas de estar ahí disfrutando. Y eso he hecho, disfrutar. Pero aún me he venido más arriba cuando la he oído chillar y ir corriendo hacia el entrenador con una cara de felicidad descomunal. Solo ver eso ya sabía que la cuestión era la mínima. Seguro que sigue sin creérselo. 

   Esa carrera que ha hecho hacia el entrenador para abrazarle me ha recordado al campeonato de Cataluña del año pasado. Un gesto que representa el saber que tus esfuerzos tienen frutos y solo querer dar las gracias a la persona que ha estado a tu lado, lloviera o nevara. Lo mio era a una escala diferente, lógicamente. Pero me ha recordado que todo llega, que en el fondo aquella competición la disfruté como una niña y es lo único que hay que hacer. ¿Lo demás? Saldrá o no saldrá, pero si no se disfruta... ¿Al final de que sirve?¿Conseguir ser el mejor del mundo en algo que no te gusta hacer? ¿Que es eso? A parte de que no creo que sea posible. 

   Disfruto escribiendo estas líneas. No se si sirven para algo o no, pero empieza a darme igual. Si lo hacen seré la persona más feliz del mundo, si no... lo seré igualmente. Porque al menos puedo escribirlas. No es que me conforme con poco, siempre quiero más. Por eso también salí de mi zona de confort durante unos días cogiendo el trabajo. Pero por buscar más no dejo de apreciar la brisa marina, poder estar sola un rato en casa o volver a entrar un año más a los de campeonatos de Cataluña. Que ahora mismo, aunque de por hecho que entraré, me sigue encantando el momento de mininervios antes de ver la lista de convocados, y sentirme feliz al ver mi nombre donde quiero que esté. 

   Venga va, voy a intentar que este blog tenga más movimiento, a aprender un poco del mundillo. 

   P.D: Felicidades guapa, espero de verdad que llegues muy lejos. Se que te lo mereces. 

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